La
economista Corina Fung advirtió que los envíos de dinero a Venezuela han
descendido en un 55,8% por la pandemia, ante lo cual “las personas que residen en el país y cuyos ingresos son
precarios, han limitado sus gastos a bienes de consumo prioritarios, como los
alimentos o la salud. Esto se transforma en un menor consumo, menores ventas
para las empresas, menores ingresos, menores pagos y mayor desempleo”, reseñó
El Tiempo.
“El
esfuerzo de quienes mandan recursos del exterior fue haciéndose mayor a través
de los años. Las remesas en Venezuela pasaron de $78 millones, en 2016, a
ubicarse entre $3 mil 500 y $3 mil 700 millones para finales de 2019, según
estimaciones de la firma Ecoanalítica”.
Según
la economista muchos venezolanos depende actualmente de las remesas, por lo que
se ha vuelto una actividad económica importante del país y “se esperaba la
entrada al país de $ 4 mil millones por esta vía; pero, la pandemia del
Covid-19 y su consecuente impacto en el ámbito laboral y económico en los
sitios de acogida de los connacionales, dieron al traste con estas
estimaciones”.
“Yo,
a veces me siento mal al pedirle dinero a mi hija para cubrir mis gastos acá en
el país. Es una situación muy triste porque trabajé toda mi vida, levanté a mi
familia, pude pagar la universidad de mi hija y ahora soy yo la que depende de
la remesa”, puntualizó Carmen Gutiérrez, jubilada de la administración pública
y pensionada, quien depende de su hija que está en Argentina.
En
los últimos tres años, el promedio subió de 110 a 750 dólares “para gastos
básicos” por persona, de acuerdo con Ecoanalítica. Aumento a 4.600% en los aportes
en moneda extranjera hechos por venezolanos que están en el exterior para sus
familias, representando así dentro del Producto Interno Bruto (PIB) en
Venezuela podría estar entre 5% y 7%.
Fuente El Nacional
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