Dijimos a inicios de año que para agosto debía adoptarse la tercera reconversión monetaria -quitar varios ceros a la moneda-, para facilitar la valoración de los precios de los bienes y servicios, y su registro con fines contables, sin olvidar la manipulación política de por medio, intentando parecer que las cosas "cuestan menos". Creo que, por el ritmo de depreciación que lleva -y seguirá observando- el bolívar, será antes.
Es, quizás, la más visible manifestación de la profunda crisis económica que padecemos. Pero no es lo más grave. No. Lo peor es que en economía la "situación" siempre puede ponerse más oscura. Y, con el actual e ineficiente modelo económico en marcha, en un contexto de sanciones financieras y económicas por violaciones grotescas a Derechos Humanos fundamentales, no es posible avizorar mejoras. Sentiremos más sal en la herida.
Hasta que fenezca ésta ya muy larga noche oscura. Que pasará.
Wilfredo Briceño |
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